YOUNG LEAGUE

Jornada 7 de la Young League: Un partido que avergüenza al fútbol joven
El fútbol es pasión, entrega y rivalidad, pero también debe ser respeto. Lamentablemente, lo vivido este 28 de marzo a las 19:15 en el enfrentamiento entre el Club Atlético Albacete AB y Previa, correspondiente a la jornada 7 de la Young League, ha sido una triste exhibición de antivalores. Un partido que debía ser una fiesta del fútbol joven terminó convirtiéndose en una batalla campal dentro y fuera del campo.
Desde el primer minuto, ambos equipos demostraron una agresividad desmedida, convirtiendo cada disputa en un choque peligroso y cada balón dividido en una excusa para la violencia. Pero si hay un protagonista negativo en esta historia, sin duda es el equipo visitante, Previa, que una vez más se ve envuelto en una polémica que mancha el nombre de la competición. La reiterada dureza de sus jugadores y el inaceptable comportamiento de sus aficionados, han puesto a la organización de la Young League en una situación crítica.
El árbitro, quien tuvo una labor titánica en un partido al límite, no dudó en mostrar tarjetas a diestro y siniestro para tratar de controlar un descontrol que había quedado fuera de sus manos desde los primeros compases. El acta arbitral refleja la gravedad de lo sucedido, y fuentes cercanas a la dirección de la Young League confirman que el partido está bajo revisión, con una posible sanción en el horizonte para el equipo visitante. No es la primera vez que Previa se ve envuelto en este tipo de situaciones, y la paciencia de la organización parece estar llegando a su límite.
El juego limpio es la base de esta competición y hay equipos que aún no lo entienden. Los reiterados incidentes de Previa han generado varias denuncias en su contra, lo que pone en duda su continuidad en la Young League. Pero no solo el equipo en el campo es responsable de esta lamentable imagen: sus aficionados, lejos de calmar los ánimos, contribuyeron al caos con actitudes fuera de lugar, insultos y provocaciones que podrían costarle caro al club. La mala educación de la grada solo refuerza la preocupación de la organización, que estudia medidas drásticas para evitar que situaciones como esta sigan manchando esta convivencia.
Ambos equipos han perdido el punto de deportividad en esta jornada, pero la situación de Previa es mucho más grave. El fútbol joven no puede convertirse en un espectáculo de violencia y falta de respeto. Si este equipo no es capaz de entenderlo, entonces su permanencia en la Young League debe ser seriamente reconsiderada. La dirección del torneo tiene en sus manos una decisión crucial para el futuro de la convivencia y para el mensaje que quiere transmitir a los jóvenes que serán el futuro de nuestra nueva generación.
La Young League es un espacio para formar futbolistas, pero sobre todo, para formar personas. La pelota seguirá rodando, pero la pregunta es: ¿A qué precio?
Firmado:
Antonio Escribano